Acalorada charla en la helada casa (privado)

Con algo de temor, pero decidido, se adentró en territorio Suizo. La poca gente que veía por allí lo miraban extraño, pero no les hizo caso.

-Donde estará Suiza?- Susurró. Quería charlar con el, aunque ni siquiera el mismo sabia el objetivo, tenia un presentimiento muy grande de que ese día significaría algo. Con su uniforme y cargando un saco donde llevaba papeles y algo de comida. Escondido en su uniforme llevaba su cuchillo, esperaba no tener que usarlo contra él, mas bien, junto con él.
Por momentos se cuestionaba lo que estaba haciendo, pero sus pasos cada vez se acercaban mas a la morada del Suizo y no había marcha atrás. Pero por otro lado estaba muy ansioso.

Finalmente sus pies se detuvieron en la puerta, y con firmeza golpeó levemente la puerta.

Ya se prepara para salir rumbo a Grisones, no se quedaría de brazos cruzados si había problemas en su territorio. "No me agrada matar a Suizos, pero tengo que mantener el orden en mi casa...", sus pensamientos fueron interrumpidos por el golpeteo de la puerta. Se dirigió a ella, "Otro extranjero que quiere agua...".

-Buenas- dijo con un tono calmo, al abrir la puerta. Se quedo observando unos momentos la figura de un hombre, "Aquel de la otra vez, ¿Que quera?" -¿Que desea?- quería sacarle del territorio suizo, lo mas pronto posible, de ninguna manera dejaría que pensara que apoyaba a una fuerza guerrera.

Se puso un poco nervioso al oírlo hablar, pero esto lo animo mas con solo ver su mirada pudo notar que era un gran país, valiente y fuerte. Aunque fuera un país neutral se podía ver claramente en él el alma de un guerrero.

-Hola, espero no inportunarlo, esperaba poder pasar un rato y charlar con usted.-lo noto muy serio pero no estaba seguro si se puso nervioso o ese era simplemente su rostro- No se preocupe, nadie sabe de mi visita no tiene porque alarmarse.

"tengo un presentimiento con este hombre"

-Estaba a punto de salir a Grisones, a ayudar un poco ante la revuelta...- frunció el entrecejo, esperando que eso fuera mas que suficiente para que se fuera. -y no tengo mucho tiempo que digamos.- sentencio y escucho lo segundo "¿Nadie sabe?"

Se quedo callado, observando fijamente al visitante, mientras que con una mano, oculta a la vista ajena, palmeaba la superficie de una mesa cercana, buscando una de sus pistolas.

-Pase- suspiro, decepcionado al no encontrar la pistola -tendrá que asegurarse que nadie sepa que vino, o si no yo me encargare de que guardes el silencio eterno. - abrió por completo la puerta, aun sin modificar la expresión facial que sostenía, desde hace unos momentos.

-Claro, no se preocupe.- Entro lentamente viendo a su alrededor, era una casa antigua, muy bien construida. Apoyó su gran saco sobre la mesa, suspiro y le hecho una mirada a su anfitrión, no vacilaba, esa era la mirada de alguien con sangre fria como para cortar cabezas "Jamas había visto a nadie como él"

-¿puedo tomar asiento?- Antes de que el Suizo pudiera responder lo pensó mejor -Aunque tal vez podría acompañarlo, si lo permite.

-No creo que soporte una revuelta, que tenga a soldados suizos, ellos son de los mas decididos...- se saco su boina y la dejo en un perchero -si puede tomar asiento...- lanzo un suspiro, mirándolo fijo. -Como ya sabe mi nombre es Confederación Suiza, o Suiza- se sentó antes de continuar -¿Y el de Usted?- saco un pequeño trozo de chocolate de una fuente que había en el medio de la mesita de la sala.

"A veces, solo por ser cortes, soporto a los extranjeros, aunque detesto hacerlo..." -¿y de que quiere hablar?-

Hablo firme -Yo soy Slovenska Republika o República Eslovaca si lo prefiere-. Penso un momento antes de hablar. Frunció el ceño -Mi independencia fue muy tardía, en mi vida, he sido invadido, mis tierras usurpadas, mi gente oprimida.

Me libere del Imperio hungaro, el cual ta no existe, expulse a las tropas alemanas repetidas veces, me libere del control sovietico, y recien a fines del siglo XX, logre ser por fin, una verdadera nacion, tal vez no sea tan antiguo como usted, pero he pasado mi vida luchando -estaba algo frustrado- No me tome a la ligera...De acuerdo?-.

Suspiró -Tan solo queria proponerle un posible....Digamos....Cambio...de posicion? -se produjo un silencio- Por mas fuerza con la que ame a su pais no durará para siempre asi, en un fuuro se le acabaran los suministros y estará debil como para querer conseguirlos, eso claro...Suponiendo que nadie trate de arrebatarselo antes. Esa es tambien mi misma situacion. Porque no accionar ahora mientras se tiene la oportunidad?-.

Le pareció que fue demasiado directo, pero de otro modo el Suizo hubiera desviado su atencion o se hubiera desinteresa y expulsado al eslovaco de Suiza. Aun asi, temia por su respuesta, el momento habia llegado.

-No le pregunte por su historia.- estaba apunto de comer otro chocolate, antes de escuchar lo segundo, se quedo congelado "¿Cambio de posición?", reacciono a penas unos segundos después de que terminara de hablar -aunque en parte tenga, yo no cambiare mi posición así como así, de la misma forma que logre tener mi identidad nacional, a pesar del medio revoltijo de cultura que tengo, yo voy a mantener neutral hasta el final de esto.- dijo enojado.

Se paro, recogiendo algunas cosas las cuales guardo en su mochila -ahora con su permiso, tengo que ir a detener una revuelta, si quiere quédese un rato, pero cuando vuelva, no quiero verlo.-

Por un instante permaneció sentado. No le sorprendia, lo que decia tenia mucho sentido, aun asi, no se rinde. -Veamos de que se trata esto- Se levantó tomó su saco, y salio de la casa.

Espero a que su anfitrion se alejara lo suficiente, en ese instante comenzó a seguirlo. Lo motivava la curiosidad aun mas que el deseo de formar una potencia. Trataba de no hacer demasiado ruido y de no perderlo de vista. Estaba algo emocionado, iba a precensiar algo que nunca ahbia visto, la furia de un suizo.

-Cambiar de posición…- susurraba, mientras caminaba, sin darse cuenta que lo seguían, en realidad, hace tiempo que consideraba esa posibilidad, entrar en guerra y demostrar la valentía suiza… pero eso no dependía de el, dependía de su jefes.

Llego a uno de los transportes, que irían a Grisones. “Se que me voy a arrepentir de esto”. Se devolvió rumbo a su casa, esperando que el eslovaco no se hubiera retirado ya.

Prácticamente corriendo, cruzo por la calles de San Galo, ciudad donde temporalmente residía, pues en un saqueo su casa quedo prácticamente destruida.

Llego a su casa, -¡Eslovaquia!- trago saliva antes de continuar, pues aun no se daba cuenta de la ausencia eslovaca –Si convences a mis jefes… cambio de posición…-

Habia perdido de vista al suizo , pensoq ue tal vez ahbai vuelto asi que corrio a la casa rapidamente ajusto para escuchar la proposicion del Suizo.
Detras de el dijo -De veras?- Se paro firme y esboso una sonrisa -Lo hare, con mis palabras sellare el comienzo de una nueva potencia. Pero escucha, no hay vuelta atras-
Se le acerco -llevame con tus jefes- Trago saliva, tenia valor pero n era suficiente.

Noto no había, “Ya es demasiado tarde” pensó, antes de voltearse bruscamente apuntando su pistola a la sien de quien le había tomado por sorpresa, la enfundo, no le haría daño, en especial si podía ser un aliado –No vuelvas a hacer eso…- dijo seria y con una mirada, entre enojada y ansiosa.

-Ellos están en Zurich… no tengo permitido ir… sin un acompañante, es la zona mas afectada por los saqueos…- dijo, con cierto desanimo –otros están en el cantón de Grisones y algunos aquí… pero me costara encontrarlos…- trago saliva, antes de continuar –por mientras si qui… quieres… que… quédate en mi ca… casa- forzó una sonrisa, después de decir aquella palabras con cierta dificultad, deberá aprender a ser sociable si cambia de posición…

-Esplendido! Vamos cuanto antes- dijo mientras agarraba su saco y se acomodaba el cabello.

Estaba tan ansioso, esto seria grande. Pero debia ser prudente, los Suizos no son ninguna broma, es gente seria y fuerte.
-Por cierto no hace falta finjir una sonrisa, jeje. Me agradas asi serio como eres. Camino un poco hacia afuera -Apresurate, llevame!

-Espérame...- dijo, mientras dejaba la mochila que llevaba, y otras cosas que iba a utilizar para controlar la revuelta -Nos tardaremos un algo de tiempo, en ubicaros a todos, y más en reunirlos...- finalizo, cargando una especie de estuche con balas. -Gracias...-

Salio a la calle, cerrando la puerta con cuidado y con llave -El mas cercano esta en como a dos cuadras más...- dijo, antes de enprender el rumbo hacia uno de sus jefes.

-Por nada pues- Se paró firme y con la frente en alto comenzo a caminar en la misma direccion que su nuevo amigo suizo. Se preguntaba que pasaria en el futuro, esta nueva alianza sera poderosa? lograran reestablecer sus reservas ? El estaba seguro de que todo esto seria "SI, sera algo historico".

Pero fuera de sus impulsos y pensamientos aun le quedaba la ardua labor de convencer, a uno de los superiores de Suiza.

-Este es de los más serios, evita bromear, mantiene un tono formal de conversación…- indicaba mientras caminaba, de todos sus jefes el primero le recordaba a Alemania y a Rusia juntos –También es lago sádico… pero es de lo más influyentes… si lo convences, será una gran ayuda…- finalizo, siguió caminando en silencio. A medida que se acercaba a la casa del anterior nombrado jefe, fruncía el ceño y caminaba más militarmente.

Había un aura, un tanto lúgubre, en aquella casa que sobresalía de las demás por lo lujosa que era. Era la indicación de que habían llegado. Ya completamente derecho, con el ceño completamente fruncido, llamo a la puerta. Un “pase” se escucho desde adentro de la casá.

-Entendido, hare lo posible- Dijo mientras sacaba pecho, se ponía derecho y caminaba detras de su guía.

Pensaba en su padre, le habia hablado en algunas ocasiones de su hermano west, sabía que si este sujeto tenia una personalidad similar, ya se ahcia una idea de como era. Cuerdo, serio, severo, alguien de temer.

Al escuchar esa grusa voz dijo -Bueno parece que podemos entrar, yo te sigo-.

Con cierto temor, pero sin vacilar, abrió la puerta mientras un grito desgarrador se escuchaba –También es verdugo de los “rebeldes”…- susurro, haciendo comillas a la palabra “rebelde”. Desde el inicio de la guerra, las leyes Suizas habían cambiado al punto de parecer un régimen militar.

Se dirigió a la sala de estar de aquella casa, se quedo en pie, esperando a aquel señor. –Si se llega a enojar, corre y nunca vuelvas a Suiza…- la ultima indicación, antes de que un hombre robusto entrara, seguido de una mujer pálida y con los ojos abiertos en los cuales se veía temor. El traje del hombre estaba medio ensangrentado. “Espero que no se asuste o haga algún comentario sobre eso…” -Guten Tag Herr- saludo, mientras el jefe le indicaba que se sentaran, y apenas con un leve movimiento de mano, señalo al eslovaco. El Suizo y su jefe intercambiaban miradas, eran serias y monótonas –Mi compañero… quería hablar con un asunto que considero sumamente importante para Suiza…- dijo, mirando fijamente a su jefe y luego al eslovaco esperando que hablara.

-Gutten tag mein herr!- dijo fuertemente, -Es todo un honor, conocerlo señor, Mi nombres es Slovenska Republik- dijo respetuosamente. Tenia miedo de decir lo que iba a decir, pero no habia vuelta atras.

-Señor, he observado meticulosamente, la situacion de mi nacion tanto la de otras en Europa, incluyendo la suya.- Preocupado de que su anfitrio se imacientara pero firme continuó -Verá mi a país despues de un tiempo de comenzar la guerra, al contrario de lo que la mayoria de mi gente pensaba, las reservas bajaron rapidamente.- Aclaro la garganta- Su país, mi señor, goza aun de reservas de agua, pero pienselo un momento. Cuanto le duraria esa agua en medio de una guerra siendo neutral? Su pais esta en el intermedio de muchas naciones hostiles...Sin mencionar que nada dura para siempre, Su pais es fuerte pero su agua se acabaria al igual q su nacion si noma una medida rapido para asegurar el mantenimiento de esa agua. Necesitará, hombres con valor y dispuestos a morir peleando que segun se, no falta ni uno aqui, buen armamento que se que tambien gozan de el. Pero falta algo...-Armandose de valor para sus siguientes palabras- Falta otra entidad que lo apoye en su operacion y a la cual ud. apoye tambien frente a las demas naciones, codo a codo, Eslovaquia y Suiza, nadie es capaz de imaginar lo que podriamos hacer.- Se produjo un silencio.

-Asi que, en resumidas cuentas, le estoy ofreciendo convertir a Suiza en una nacion guerrera y que realize una alianza conmigo. Para que nuestro papel en la guerra,no sea olvidado por nuestros enemigos caidos.-Se silencio, estaba aterrado, habia ido al grano sin pensarlo, tan impulsivo...Idiota...Bueno ahora solo reste esperar una respuesta.

La cara inexpresiva, hasta ese momento, de aquel señor cambio, había una sonrisa un tanto macabra ahora. Suiza, sintió una pequeña corriente al ver esa sonrisa, luego miro a su acompañante “Pobre…”.

Se provoco un silencio, el jefe tenía un gesto de que pensaba, la mujer y Suiza miraban intercaladamente al señor y a Eslovaquia –Señor… todo era…- se callo, al ver como su jefe se paraba y estrecho la mano del extranjero –Será divertido, pero solo hacia falta decir lo ultimo- río, suiza estaba completamente sorprendido –Señor… ¿eso es un si?-

No dijo nada, soltó la mano y se retiro –Eso fue un si…- dijo mientras volvía a su trabajo de verdugo. Varios gritos se escucharon desde la habitación contigua –Mejor nos vamos- salios, un tanto presurosos de la casa. Y rápidamente se dirigió a la propia, sin darle importancia a si era seguido o no por el eslovaco… con ese si… ya había una pro validad de cincuenta porciento de que pasara a se una potencia guerrera… tendría que ir a buscar algo, no lo había traído, es más lo había olvidado hasta ese momento…

No lo podia creer...Su corazon latia muy rapido, acabo de convencer a uno de los mas temidos de Suiza.

Miró a su nuevo amigo suizo mientras caminaba tras el y le habló -Vaya...Lo logramos...Ese hombre parecia un asesino...¿Y ahora que hacemos? ¿Hay alguien mas con quien hablar?-

A pesar de que no estaba seguro de que hayan terminado...Aun estaba asombrado, la poderosa Suiza dejaba de ser neutral...aunque ardia de emocion...tambiens entio un ligero escalofrio.

¿Enserio el eslovaco había convencido aquel jefe? Y si era asi ¿Qué se traia entonces?... por años Suiza había sido neutral ante todo conflicto, y aunque varias veces hubo planes de eliminar el ejercito… nunca lo hizo siempre había unos, que siguiendo a otros (que curiosamente… son ancestros de aquel jefe), decía que no…

Lo ignoro, tenia que ir por ella… era un tesoro (o a lo menos para el, lo es)… su escopeta, había creído que jamás la volvería a usar, que tan solo usaría sus pistolas antes el francés o cuando alguien invadiera su territorio, pero su escopeta… la tenia guardada por si tenia que volver a la guerra, cosa que nunca pensó que sucedería.

Entro a su casa, casi corriendo fue a su habitación a buscarla. No la encontró, empezó a revisar habitación tras habitación, dejando un desorden detrás, tenia que encontrarla…